Así es el día a día de nuestros socios colaboradores y eurodiputados (y estos los temas que más les preocupan): «Jugamos un papel clave en defensa»
Susana Solís y Jonás Fernández, reunidos en Estrasburgo, coinciden en la importancia de aplicar bien el plan del acero
En Estrasburgo (Francia), sede del Parlamento Europeo, no se percibe el clima de enfrentamiento político que sí se respira en el Congreso de los Diputados. Por los pasillos del gigante edificio que estos días alberga el pleno ordinario no es sorprendente ver negociaciones de europarlamentarios que representan a grupos de diferentes corrientes ideológicas. El ejemplo de esa deportividad política lo ponen los asturianos Susana Solís (PP) y Jonás Fernández (PSOE), los dos eurodiputados asturianos, que tras las votaciones en el pleno se citan con La Nueva España, posan para una fotografía en el interior del Parlamento y luego, ya por separado, responden sobre cuestiones comunitarias con influencia en la región y su día a día como parlamentarios.
El día a día de un eurodiputado asturiano. Susana Solís (S. S.): Lo primero es que no hay dos días iguales. Depende mucho de si estamos en Bruselas o en Estrasburgo. Pero, en esencia, un eurodiputado legisla. Hacemos directivas y reglamentos que luego se trasponen a la normativa nacional, y que son fundamentales para nuestras empresas, agricultores y ciudadanos.

Jonás Fernández (J. F. ): Más allá de la logística, creo que el trabajo de un eurodiputado consiste, esencialmente, en desarrollar al máximo su capacidad de influencia en aquellos temas que le atañen, los económicos y los relacionados con Asturias, en mi caso. A nivel práctico, eso significa una cosa: capacidad de negociación y acuerdo. Porque quizás nuestro trabajo menos conocido sea el de la negociación permanente.
Los temas importantes de Asturias y su encaje en el ámbito de defensa. S. S.: Aunque no representamos directamente a una región, yo soy asturiana y trabajo para que las prioridades de Asturias estén reflejadas en la legislación europea. Por ejemplo, en una transición energética justa, que garantice que no dejaremos a nadie atrás, que no habrá deslocalizaciones y que se generará empleo industrial. Eso es clave para el tejido productivo asturiano, con casos como Arcelor como grandes desafíos. El Pacto Verde debe ir acompañado de un pacto industrial, y la Comisión Europea ya ha dado pasos en esa línea. Asturias puede jugar un papel fundamental también en defensa. Estamos consolidando un territorio clave para atraer inversión en este ámbito.
J. F.: Este inicio de legislatura es clave para orientar el trabajo de la Unión durante la próxima década. Obviamente, hay también cuestiones sectoriales vinculadas a la industria o a la defensa en las que Asturias se juega su futuro muy especialmente en la arena europea. En Asturias tenemos el hub de la defensa que el Gobierno autonómico supo organizar y poner en marcha en los últimos años, aun cuando no se vislumbraba todavía una situación de seguridad como la que enfrentamos en el presente. La Unión debe asumir un mayor grado de corresponsabilidad en la seguridad de Europa, que no es sólo estrictamente asuntos de defensa.
El futuro de la siderurgia y la importancia del plan del acero. S. S.: Es un plan que yo misma he impulsado dentro del Partido Popular Europeo y en colaboración con Alemania. Logramos que la Comisión presentara un plan específico para el acero, reconociendo que atraviesa una crisis profunda, incluso peor que la del automóvil. Tiene tres ejes y retos. Primero, frenar el acero barato chino con instrumentos eficaces. Segundo, revisar el Mecanismo de Ajuste en Frontera (CBAM), que debe funcionar correctamente antes de su entrada en vigor. Y, tercero, que necesitamos un plan de precios energéticos competitivos. Europa debe actuar con rapidez, porque si EE UU cierra su mercado con aranceles, ese acero se redireccionará a Europa y puede perjudicar gravemente a Asturias.
J. F.: El plan está razonablemente bien. Ahora hay que implementarlo. Hay algunas medidas que exigen reformas legislativas, como el fortalecimiento del arancel ambiental, pero otras pasan por decisiones ejecutivas de la Comisión y de los gobiernos nacionales. Acelerar las interconexiones energéticas, dar desarrollo a la reforma eléctrica de la pasada legislatura para facilitar contratos a largo plazo, o modernizar el sistema de salvaguardia exigen decisiones ejecutivas, y aquí estamos para exigir celeridad a la Comisión.